Un asalto al Bundestag, planeado para septiembre de este año, para imponer un nuevo gobierno y un nuevo ejército. La policía alemana arrestó a 25 extremistas de derechas, entre ellos ex oficiales de las fuerzas especiales del Bundeswehr, que preparaban un verdadero golpe de Estado. Se ha dado a conocer solo ahora, pero tres mil agentes han trabajado en las sombras para frustrar el plan del grupo “Reichsbürger” (Ciudadanos del Reich), compuesto por 21 mil afiliados y en cuyas filas también figuraría una ex diputada del AfD, el partido de ultraderecha del Parlamento.
El propósito de la célula subversiva era crear un Estado modelado sobre el Reich alemán de 1871. Los militantes del “Reichsbürger” ya eran conocidos por la policía por acciones subversivas, como el asesinato de un policía en Baviera: al frente de la organización criminal un aristócrata de Turingia, 71 años, descendiente de una familia noble alemana que gobernó en el siglo XII en algunas zonas del este de Alemania, el príncipe Heinrich de Reuss, que es asesor financiero en Frankfurt. Birgit Malsack-Winkemann, ex miembro del AFD y ahora juez en Berlín, está entre las personas investigadas.