Una oferta cultural que no puede dejar indiferente. Un viaje en el tiempo, en la historia y en las costumbres, es el que ofrece “Sevilla Mágica y Eterna”: esta vez en el convento de Santa Paula, en pleno centro de Sevilla, monasterio de clausura de la Orden de San Jerónimo. Mañana 24 y el próximo sábado se pueden visitar el convento, declarado Bien de Interés Cultural y monumento histórico-artístico perteneciente al Tesoro Artístico Nacional.
Fundada a finales del siglo XV, Santa Paula es uno de los más fascinantes conventos españoles, en cuanto a arte y cultura, tanto por la maravillosa fachada de la iglesia con elementos mudéjar y una estructura arquitectónica de estilo gótico para los arcos y renacentistas para los medallones esculpidos, como por el belén del siglo XVIII y las obras de Ribera, Pedro Mena y Alonso Cano.
En 1473, el papa Sixto IV concedió la bula de fundación del monasterio a Ana de Santillán y Guzmán, una mujer que entró en San Juan de la Palma después de convertirse en viuda. En este retiro pensó en crear un convento de clausura por orden jerónimo. Sucesivamente, en 1475, la iglesia fue bendecida y en 1483 Isabel Enríquez, viuda del Conestable de Portugal, promovió la construcción de la actual iglesia conventual. Alberga el único museo en una clausura sevillana con piezas únicas del barroco sevillano y de otras partes del mundo. El retablo barroco principal está dominado por una escultura de Santa Paula tallada por José Fernando de Medinilla en 1730.
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