Madres que no encuentran a sus hijos, niños muertos en hospitales bombardeados, francotiradores que disparan sobre los inermes, la pesadilla de las armas químicas (según los americanos, podrían ser usadas), el descubrimiento de las fosas comunes. El horror en nuestra propia casa, en Europa, y la pesadilla de las armas nucleares: el conflicto ruso-ucraniano asumió su cara más cruel, más cierto. Es un countdown hacia el final. Traducido en palabras simples, se va hacia las masacres que los rusos perpetran sin problemas, como ya han demostrado en estos catorce días de invasión: el de Mariupol está en curso, las próximas serán Odessa y Kiev, que quizás resistirá “una semana o dos como máximo” como le dijo a la CNN el mismo alcalde de la capital ucraniana.
En breve finalizará el encuentro en Antalya, Turquía, entre el ministro de Asuntos Exteriores ucraniano, Dmytro Kuleba, y su homólogo ruso, Sergei Lavrov. Todos colgando de sus bocas, a ver si hay alguna posibilidad para evitar lo peor, que por ahora no existe. Se espera una vez más en la apertura de corredores humanitarios, uno de los cuales en la ciudad mártir de Mariupol. El viceprimer ministro de Ucrania, Iryna Vereshchuk, rogó a las fuerzas rusas que no dispararan contra ellos. La Cámara de Representantes de Estados Unidos ha votado a favor de la prohibición de la importación de petróleo, gas natural y carbón ruso y ha aprobado el presupuesto para la crisis de Ucrania, 13.500 millones de dólares.
Por su parte, el Presidente de Ucrania, Zelensky, está convencido de que Putin finalmente cederá a las negociaciones, después la resistencia heroica de los ucranianos y las dificultades objetivas que encuentra su ejército. Sin embargo, en este momento, las palabras del Alto Representante para la Política Exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, tienen más sentido: “China podría desempeñar un papel importante. Ya nadie tiene influencia sobre Rusia”. Borrell añadió que la OTAN no entrará en guerra en ningún momento porque lo que se intenta evitar es que el conflicto se agrave.