Si a Rabat le importa poco, el cierre por parte de Argelia de los grifos de gas que pasa por territorio marroquí podría constituir un grave problema de aprovisionamiento para España. En efecto, la dependencia energética del país africano es del 47%, lo que equivale a 15 millardos de metros cúbicos. Es un desprecio, el argelino, a Marruecos, pero que ha planificado sus recursos energéticos, y ni siquiera las promesas de compensar los suministros con el Medgas, que está directamente vinculado a Almería, pueden compensar a Madrid.
Recordemos que Argelia ya ha roto sus relaciones diplomáticas con Marruecos. Este último movimiento, en un momento en que el aprovisionamiento energético europeo está a la baja, parece estudiado: quizás para crearse una “apertura de crédito” político hacia nuestros países, pero sobre todo una decisión tomada para desviar la atención de la profunda crisis económica que vive el país africano. Pero quien sufrirá es España.