“Los húngaros quieren la paz” pero también “el castigo por cada crimen de guerra” porque “Hungría no es neutral, está del lado de las víctimas inocentes y de la verdad”. El discurso inaugural de la nueva Presidenta Katalin Novak ha sorprendido un poco a todos. Posiciones de apoyo “a la adhesión de Ucrania a la Comunidad Europea”, el rechazo a “cualquier aspiración de recrear la Unión Soviética”.
Y pensar que la Presidenta proviene del partido mayoritario Fidesz, el mismo de Orban que, hace pocos días, impuso a la Unión Europea la “línea roja” sobre el embargo petrolero. ¿Hungría Bicefala? No creemos. Más bien, vemos en el discurso de Novak una sabiduría política, la de calmar a Bruselas sobre la cuestión del conflicto y no aceptar las especulaciones de quien piensa en Europa que Hungría es prorusa, y una apertura a las medidas contra Putin (si, por supuesto, usted es bien recompensado y si hay un modelo de abastecimiento alternativo futuro).
Si en las palabras de la Nueva Presidenta hay algo más veremos en las próximas semanas. “El próximo martes estaré en Varsovia para reunirme con el presidente polaco”, continuó Novak, que insistió en la condena del agresor. Pero son palabras que parecen meditadas si la Presidenta añade que “el sacrificio de los húngaros” no debe “resultar mayor que el de los rusos”. Un mensaje claro a Bruselas.
