El confinamiento masivo de la pobación, debido a la pandemia, ha sido inconstitucional. El TC desmanteló las medidas adoptadas por decreto por el Gobierno de Pedro Sánchez en marzo del año pasado. Con una mayoría mínima de 6 votos a 5 El Tribunal Constitucional ha establecido que no se trataba de una limitación, sino de una auténtica suspensión del derecho fundamental a la circulación. Un varapalo para el Gobierno. Por una razón sobre las otras: el instrumento jurídico utilizado estaba mal, porque se trataba de un estado de exepcion – que debería haber ratificado el Congreso – y no de alarma, por lo que un decredo fue suficiente.
Y aún más caliente hoy al Gobierno que el TC, acusado de vez en cuando de parcialidad (la relación del Gobierno con el Tribunal no es de los mejores, como se ha visto en la historia del indulto a los hinduistas catalanes), en realidad, ha podido juzgar la inconstitucionalidad gracias al voto de la vicepresidenta, Encarnación Roca, designada por el PSOE. Los demás votos a favor de la sentencia fueron los de González-Trevijano, Santiago Martínez-Vares, Antonio Narváez, Ricardo Enríquez y Alfredo Montoya. Recordemos que la medida restrictiva que el TC reprocha al Gobierno estuvo en vigor entre el 14 de marzo y el 4 de mayo del año pasado. Ningún ciudadano, a menos que en las excepciones previstas por razones de salud o de trabajo, ha podido circular libremente.