La noticia es del periódico inglés The Guardian. Quizás cientos de muertos en lo que es el ataque más violento y estratégico de las últimas semanas de los ucranianos a los rusos, solo superado por el hundimiento del barco Moskva y la destrucción del puente de Crimea.
El campamento de las tropas rusas bombardeadas se encuentra en Makiivka, ciudad de la región de Donetsk en manos de las tropas de Putin. Numerosas represalias ucranianas en estos días a los masivos ataques rusos sobre la capital Kiev. Anteriormente, un dron ucraniano había atacado un sistema eléctrico en el distrito ruso de Klimovsky.
Todo esto en un momento que parece decisivo para la guerra, también para los rumores – como ha informado urbi et orbi la inteligencia danesa – que el presidente ruso Vladimir Putin sufriría dolores crónicos, quizás por aquel cáncer que le habían diagnosticado, y podría ser reemplazado.
Con las nuevas armas suministradas por Occidente, los ucranianos parecen más optimistas. Moscú comenzó hace mucho tiempo los bombardeos masivos que golpearon con graves daños a las infaestructuras ucranianas. La capital Kiev está bajo ataque. Otras ciudades a las que llegan los misiles rusos son Dnipropetrovsk, Zaporizhzhia, Kherson, Mykolaiv, Vinnytsia.
Mucho, de los destinos de la guerra al menos en esta etapa, se está jugando en el control de una autopista clave, la del sureste del país llamada P66 que hasta ahora ha asegurado la logística a las fuerzas de Moscú.