Llegada al mundo para seguir contando historias, como su padre, la mexicana Indira Cato es una cineasta talentosa. En “Llévate mis amores” las protagonistas son Las Patronas, un grupo de mujeres que, en un supremo acto de amor, preparan cestas de fríjoles y arroz a los viajeros de La Bestia, el tren que lleva a los emigrantes mexicanos a los Estados Unidos. Es la crónica de cómo se crean de la nada estos diamantes de solidaridad. La joven mexicana, se ha sabido en estos días, sería la hija del inolvidable escritor Gabriel García Márquez, que quiso conservar este secreto íntimo hasta su muerte, ocurrida en 2014.
Indira, llamada así en homenaje a Indhira Gandhi, la líder india asesinada que “Gabo” había conocido y apreciado, es igual al padre también en la elección de los sujetos, personajes que viajan a los bordes de la existencia pero siempre impulsados por lógica y deseos de amor, como en “Qué grande eres, magazo”, la historia improbable de un mago, Chen Kai. Lo que reveló la historia fue el periodista Tatis Guerra, que exalta la grandeza no sólo literaria de “Gabo”. Pero es “El amor en los tiempos del cólera”, o de la pandemia como se llamaría hoy, el principal sospechoso de contarnos esta trama delicada e íntima que nos aumenta la estima del gran autor colombiano.