La quinta ola de la pandemia pone en peligro el relanzamiento del turismo y las consiguientes repercusiones económicas, fundamentales para la recuperación del país. Las últimas restricciones a los locales del ocio nocturno, que de hecho reabrieron sólo 20 días después de un año de parada, en algunas regiones han evidenciado la dificultad de contener los contagios, sobre todo entre los jóvenes.
No habrá marcha atrás en las decisiones gubernamentales, al menos eso parece. Cataluña, Murcia, Cantabria y la Comunidad Valenciana han cerrado las discotecas, mientras que Andalucía (donde se cierra a la una y se puede pedir hasta medianoche), los Países Vascos, la Comunidad de Madrid, Extremadura y Baleares siguen manteniendo la línea emprendida sin más restricciones.
Mientras tanto, Alemania ha puesto a toda España en la lista negra de viajes de verano: una decisión que puede ser muy perjudicial para nuestro sector turístico. No está de acuerdo con estas prohibiciones la Comisión Europea, con un acuerdo anterior entre todos los países, pero la quinta ola ha llevado a Berlín a tomar decisiones drásticas.