Ecología y feminismo contra el avance inexorable del PP: ¿bastará? ¿Será suficiente empujar al país por el lado de los derechos, especialmente los derechos de las mujeres? El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y su coalición quieren que España sea un país moderno, el más moderno de todos.
Establecer un Observatorio del feminicidio es el último paso. Pero otros hitos han sido colocados antes: el consentimiento explícito sobre cada acto sexual, que libera al juez de posibilidades de interpretación (“solo un sí es un sí” el eslogan); los períodos de descanso durante la actividad menstrual; la extensión del permiso de paternidad; y quien trate de convencer a las mujeres españolas de no abortar, incluso con intimidaciones, se arriesga a la cárcel.
Penas severas para proteger a la mujer, como en los países nórdicos, cuya legislación siempre ha sido inspiradora. En una Europa donde existen posiciones fuertemente contrarias al aborto como en Polonia y después de la reciente sentencia en Estados Unidos que divide el país en dos (Estados que pueden practicar el aborto y Estados que lo prohíben, generando así un innecesario “turismo de la interrupción del embarazo”), el Gobierno español ha llevado a cabo su lucha más importante. Si es suficiente el próximo año, o incluso antes, para recuperar las elecciones se verá.