Un estudio de un investigador italiano, Matteo Pugliese, dijo, cifras en la mano, lo que muchos ya sabían. Y es que en Italia hay una simpatía por Rusia mayor que en tantos otros países occidentales. The Guardian informó de la noticia, lo que provocó la controversia habitual en el país transalpino. El periódico inglés dijo en esencia que, después de la invasión a Ucrania y el propósito de la guerra, la televisión y los periódicos italianos fueron “un éxito para la propaganda del Kremlin”.
Quizás la razón es, según los colegas británicos, el anti-americanismo que desde hace mucho tiempo marca parte de la izquierda. Claro, pero para ser justos, ¿cómo se explican las simpatías putinianas de Silvio Berlusconi y Lega? Las explicaciones son múltiples: el intento de defensa por parte del centro-derecha de los asuntos de nuestras empresas con Rusia, la voluntad europea de tener un pensamiento único a toda costa, la sumisión de nuestra política exterior a los Estados Unidos, incluso a la derecha.
El Gobierno, como sabemos, se ha aplanado en la línea proucraniana que han querido desde el extranjero y que estamos pagando y pagaremos, en términos económicos, una factura muy elevada. Por eso no es sorprendente que muchos de nuestros políticos estén a favor de Rusia.
