Lo admiten también los economistas del Fondo Monetario Internacional: sólo la evolución de la pandemia podrá dar la posibilidad de estimar el verdadero crecimiento español en los próximos años. Por el momento, el organismo presidido por Kristalina Georgieva no ha hecho más que rebajar las estimaciones (una señal de prudencia en la incertidumbre absoluta). Este año, según el FMI, la economía crecerá un 4,8% y sólo un 5,8% el año próximo, cifras que están muy alejadas de las cifras gubernamentales.
España se está “recuperando gradualmente de la profunda recesión” y hay señales positivas – el 2,6% del tercer trimestre, seis céntimos de punto principal que en las expectativas, el relanzamiento del turismo que proporcionó buenos resultados sin alcanzar los resultados pre-pandemia – que hacen bien esperar. Pero es este nuevo ataque del virus que obliga a nuevos cierres a los Gobiernos de todo el mundo lo que será decisivo en los cálculos, después, lo recordamos, la contracción récord del 10,8% que sufrió España el año pasado.