Las palabras de admiración de Unai Emery por el trabajo de Mister Pellegrini y sus hombres no son obvias, pero tampoco deben engañar. El Villareal llega al Benito Villamarín para ganar y luchar por la Liga, con un equipo que aún no ha encajado un gol y va como un tren.
El Betis, por su parte, después de la espléndida victoria de Helsinki, tiene que hacer frente a unos obstáculos en el camino. Después del comienzo brillante de la temporada, no se necesitaron las lesiones de Juanmi, Fekir y Víctor Ruiz. Dos columnas del equipo y un defensor que hace siempre muy cómodo (hoy la pareja central será Luiz Felipe y Pezzella casi seguramente).
Y el calendario está lleno de “test”: Villareal, Ludogorets (que por sorpresa venció a la favorita Roma por 2-1) y Girona en apenas siete días, y precisamente con los hombres contados. Es el turno probablemente de Rodri y Luiz Henrique: este último tendrá la oportunidad, en el caso, de demostrar su gran calidad todavía inexpresada.
El Villareal, que se presenta al encuentro sin Foyth, Alberto Moreno, Danjuma y Pepe Reina, ha anotado diez puntos en cuatro jornadas. Es invicto. Juega este año por el título, como bien sabe Unai Emery, pero no se puede (todavía) decir. Es una oportunidad para el Betis para dar un nuevo salto de calidad. Crecer es una palabra que se acopla muy bien a los hombres de Pellegrini no solo por lo que hemos visto hasta ahora, sino también por el partido de Madrid contra estelares merengues.