Las mujeres fueron las verdaderas protagonistas del 77º Festival de Cannes. La stripper de Nueva York que, como en el célebre “Pretty Woman”, se enamora del hijo de un oligarca ruso, historia que sorprendió todos, entrega la Palma de Oro a “Anora” del americano Sean Baker. Pero también hay mujeres que sufren, “Las jóvenes de mi país, del movimiento Donne Vita Libertà, que me inspiraron con su gran valentía para luchar”, palabras del aclamado director iraní Mohammad Rasoulof, que huyó de su país porque no era amigo del régimen.
“Mi pueblo es rehén del régimen, una situación de sufrimiento que se vive a diario, los actores de mi película han sido detenidos en Irán bajo la presión de los servicios secretos de la República Islámica y estoy profundamente triste. Esta película es un milagro pero en Irán suceden cosas terribles a los artistas, a los estudiantes universitarios, a los jóvenes, hoy ha sido condenado a muerte Toomaj Salehi por su actividad artística de rapero”, esta es la denuncia del cineasta que recibió un Premio especial del Jurado, presidida por otra mujer, la directora y actriz Greta Gerwig.
Un Festival, el de Cannes, en el que las palabras clave fueron solidaridad y resistencia. En segundo lugar fue clasificado “All We Imagine as Light” por el joven indio Payal Kapadia, es la historia de la vida de una joven enfermera de Mumbai.
Y Coralie Fargeat, ganadora del premio de guion para “The Substance”, película interpretada por Demi Moore, habló de “una obra sobre la experiencia de las mujeres del mundo y la violencia sufrida. Espero que pueda sino cambiar el mundo, hacer al menos una pequeña contribución, ser parte del cambio, cerca de todas las mujeres que se arriesgan a hablar y denunciar y a ser parte de esta revolución que acaba de comenzar todos juntos”.
No hay premios para “Parthenope” de nuestro Paolo Sorrentino. Un momento conmovedor fue el abrazo entre Francis Ford Coppola y George Lucas, el inventor de “Star Wars”, dos monstruos sagrados que llegaron al umbral de los ochenta años.
Aplausos también para Karla Sofia Gascon, primera trans en recibir una estatuilla, por la interpretación de “Emilia Pérez” de Jacques Audiard, historia de un narcotraficante enamorado de ella, que dirigió al público un mensaje político: “Estamos sufriendo, estamos denigradas, mañana esta noticia será comentada con el odio de siempre, pero damos esperanza en este camino con esta película, hay una oportunidad de ser mejores: cambiad bastardos”.