Sin Nueva Constitución. El 60% ha optado por escribir “rechazo” en el referéndum que ahora corre el riesgo de poner de rodillas a Chile y al Gobierno dirigido por el presidente progresista Gabriel Boric. También ganó la desinformación, la que a pocas horas de votar sostenía, a través de medios importantes, que con el nuevo Texto se suprimirían la propiedad privada y se expropiarían las casas a los ciudadanos. Todas mentiras electorales, pero muchos evidentemente lo creyeron. ¿Y ahora qué? El gobierno intentará escribir un nuevo texto para someterlo a votación popular.
En el día en que se convirtió en Presidente Salvador Allende, hace 52 años, Chile ha decidido de no derogar la Constitución aprobada durante la dictadura de Augusto Pinochet. Allende, como todos saben, murió en el golpe de Estado con el que el dictador tomó el poder en 1973. Chile es un país hoy progresista con la elección como Presidente de Gabriel Boric.
La nueva Carta ha sido el resutado de una participación popular relevante: más de un millón y medio de chilenos han estado involucrados. Conceptos como “paritario” o “plurinacional”, “intercultural” y “ecologista” son la base de todo, invirtiendo así la “centralidad” de la anterior. Ciento setenta y ocho páginas, 388 artículos y 54 normas transitorias: ampliados los derechos sociales como la salud y la educación, los pueblos indígenas son reconocidos como tales, se introduce la igualdad de género, se prohíbe la privatización del agua.