En primer lugar, ¡bienvenido de nuevo, público! Un Betis sin aficionados en las gradas es una imagen que no queremos volver a ver. Faltan algunas piezas de este equipo, por supuesto, para poder ser competitivos en Liga y Europa. Pero la actuación contra el Cádiz, por mucho que se quiera ser crítico, merecía un éxito, porque las ocasiones han existido. Y el dominio del juego fue claro. Y las paradas del portero gaditano Ledesma los vieron todos. Es un Betis Fekir-dependiente: los tres detrás de Borja Iglesias (una prestación sosa, la del Panda), es decir, el francés, Juanmi y Rodri (que crece partido tras partido) han hecho su deber.
Un Betis que tuvo que reconstruir un penalti evitable realizado por Negredo (después del milagro de Rui Silva en la primera ejecución anulada por el árbitro) y lo hizo con carácter, sellando la vuelta con Juanmi con un golpe de cabeza. Setenta y siete por ciento de posesión de pelota es un dato increíble. El poste de Fekir en el primer tiempo y el empuje vehemente en la segunda parte (Juanmi roza la cruz, Miranda lanza un gran castigo que va al lado de poco) no hacen más que confirmar que el equipo está allí.
Pero, precisamente, también se necesitan jugadores. Las centrales de defensa en primer lugar. Pezzella es la base y creemos que jugará una gran temporada: no olvidemos lo que ha hecho con la Fiorentina en los últimos años. Falta un delantero, está claro. Faltan retoques en la banda y un hombre a centro campo. Pellegrini en conferencia de prensa se ha enfadado un poco con el equipo (“que defiende muy bien” el cumplido del mister, pero con ocho o nueve jugadores atrás), el Cádiz: “La liga de España es la más lenta de Europa, donde menos se juega. Los árbitros no pueden permitir que se tarde mucho en sacar de portería o de los laterales. Todos tienen que intentar más ritmo para un espectáculo que la gente viene a ver”.
