Phil Collins tomó nota dolorosamente de que incluso un gran baterista puede tener problemas, a cierta edad y después de importantes cirugías, “para sostener una varita”. Lo siento, no queremos olvidar los mitos. Pero al menos no vamos a ver a un artista que nos ha acompañado en los momentos más destacados de nuestra vida cantando sentado, como ha aparecido en las últimas actuaciones, o tan terriblemente envejecido como ha aparecido en la entrevista en cuestión a la BBC.
Phil aparece a los 70 años solo, débil, pero su salida del armario lo hace más real y de alguna manera nos lo devuelve. “No Dead Yet” se llama su autobiografía, aún no estoy muerto. Es cierto que los problemas en las vértebras, la diabetes, la depresión y el alcoholismo se han sumado – tanto es así que hace diez años había dejado las escenas para luego volver a ponerse en circulación – y Collins tuvo que tomar nota inveitable y dejar la varita al hijo de 20 años Nick. “Ya no puedo tocar. Todos somos hombres de cierta edad y por lo tanto sí, creo que probablemente con estos conciertos vamos a cerrar. Génesis son historia ahora.