Un mes de descalificación por protestar contra los insultos racistas que venían de las gradas. El caso, relatado por el diario holandés de Volkskrant, le sucedió al técnico holandés de Zalaegerszegi, Ricardo Moniz: a sus quejas, el árbitro sacó la tarjeta roja y luego la Federación de Fútbol lo castigó con una suspensión de todas las actividades.
Un mes que servirá, creemos, sobre todo para arrojar luz sobre lo que sucedió el sábado pasado en el partido entre Honved y Zalaegerszegi. Moniz ya había protestado en el partido anterior y siempre por la misma razón. “Cada vez que nuestro delantero congoleño Manzinga coge el balón de las tribunas solo se escuchan ‘versos de mono’. Fui al árbitro y le dije que tenía que detenerlos. En respuesta me expulsó”, dijo el entrenador.