Está en libertad, así lo ha decidido el Tribunal de Apelación de Sassari, y podrá salir de hecho de Cerdeña a pesar de haber sido convocado por los jueces italianos el 4 de octubre. Carles Puigdemont, el ex presidente catalán que fue detenido en Alguer, se reunió con la presidenta del Parlamento, Laura Borrás, que llegó a visitarlo. El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha condenado “la persecución judicial que desde hace cuatro años lo fuerza a vivir en el exilio”. Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, destacó que este hecho no invalida los resultados previstos por la famosa Mesa de dialogo con Cataluña. Insistió en que Puigdemont debe ser juzgado en España.
El ex presidente catalán ha sido detenido aplicando la orden de detención internacional que había firmado hace dos años el juez español del Tribunal Supremo, Pablo Llarena – por sedición, en relación con el intento de secesión de Cataluña en 2017. Puigdemont ha pasado las primas horas en la cárcel de Sassari y Madrid fue inmediatamente informado de su detención. El pasado 30 de julio, los jueces europeos rechazaron un recurso de Puigdemont contra la suspensión de la inmunidad parlamentaria.
Y mientras muchos políticos ya han tuiteado su satisfacción, las críticas a la detención han llegado de su abogado Gonzalo Boye: “Fue a Cerdeña como eurodiputado: esta detención se basa en la ordenanza europea del 14 de octubre de 2019, que, por imperativo legal, según el estatuto del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, se suspende”. Y Martí Claret, responsable de las relaciones políticas de la Asamblea catalana, habla de “grave violación de los derechos… Lucharemos por la defensa de los derechos de Puigdemont y lo haremos manifestando. Será una llamada adicional para las manifestaciones previstas los días 2 y 3 de octubre con ocasión del aniversario del referéndum por la independencia”. El líder catalán había llegado a Italia invitado al Aplec International Adifolk, festival de la cultura popular catalana.
