Hacia una nueva normalidad con Marruecos

Un gesto diplomático, una visita a un centro antiterrorista, podría consagrar las nuevas relaciones con Marruecos, después de las crisis pasadas. Tal como era (y como será) en el orden de las cosas, ambos países están tratando de recomponer relaciones que parecían comprometidas. Por supuesto, todavía tiene que volver a su puesto la embajadora marroquí en España, Karima Benyaich, pero muchas señales (incluyendo el hecho de que el rey Mohamed V no ha hablado últimamente en discursos oficiales de España) llevan a todos en la misma dirección del deshielo. Conviene a todos, tanto en las cuestiones del desembarco de inmigrantes y del terrorismo, donde es necesaria la colaboración, “relaciones que ahora son muy buenas” han subrayado fuentes oficiales.

Las relaciones han estado en peligro desde que Brahim Ghali, líder del Frente Polisario Saharaui, fue hecho aterrizar en España y luego volver a Argelia sin evidentes “razones humanitarias”. Los marroquíes redactaron un informe bastante amenazador. Marruecos hizo saber que se había comportado lealmente con España tanto en lo que se refiere al control de las fronteras (basta estudiar el caso italiano para comprender que multitudes pueden entrar en nuestro país generando caos e infinitos problemas y el caso de Ceuta del otro día es sólo un ejemplo de ello) y el terrorismo. Y gracias a la colaboración entre los dos países el yidahismo no ha “triunfado” en España. 

No sólo eso. En varias ocasiones, los independentistas catalanes han intentado seducir a Marruecos para abrir una brecha en las relaciones diplomáticas internacionales, sabiendo bien que el país africano cuenta en el mundo árabe. Pero han tenido poco éxito porque Marruecos no ha sucumbido a la seducción confirmando las buenas (hasta ahora) relaciones con España.

Share:

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn
On Key

Related Posts