Con la asistencia imprevista que le hizo Esperanza Aguirre unas horas antes, Pedro Sánchez apareció seguro y casi más relajado que de costumbre en la entrevista de anoche a RTVE. Un par de anuncios importantes: el primero es que el Consejo de Ministros aprobará ahora medidas concretas para rebajar el precio de la luz, que se ha convertido en la pesadilla de los españoles (“Hay empresas energéticas que ahora mismo están teniendo beneficios extraordinarios. A mí eso no me parece aceptable, porque son beneficios que le vienen por la evolución del precio energético” así que serán deducidos los “beneficios extraordinarios de las empresas energéticas para topar el recibo del gas”) y el segundo sobre la reunión, mañana; entre el ejecutivo y Cataluña.
También estará Sánchez (“He siempre defendiendo el diálogo entre catalanes y la necesidad de abrir un nuevo tiempo”, voluntad que la mesa debería hacer evidente, frente a una autodeterminación que el Presidente del Gobierno ha dicho claramente que quiere rechazar). Sánchez añadió durante la entrevista que quiere completar la legislatura hasta 2023 porque “cuenta” con la lealtad de Podemos.
Y si no fuera por un traje gris y bastante triste que no lo valoraba, Sánchez habría quedado aún más distante anoche. Porque precisamente la ex presidenta madrileña en otra entrevista a El Mundo desencadenaba pleitos internos al PP refiriéndose a “niñatos” que están en Génova, reafirmando su total apoyo a Ayuso y consiguiendo una respuesta bastante clara: “Lo que destrozó al PP de Madrid fue la corrupción y es algo que jamás vamos a permitir”.
En definitiva, con un escenario de esta clase a los hombros – que Sánchez pudo incendiar con la cuestión CGPJ acusando a Casado para que sobre la renovación de los jueces “cumpla la Constitución” y destacando que la ruptura de los acuerdos fue “unilateral” – han hecho al Presidente del Consejo un gran favor: hacer esos anuncios populares que seguramente le dieron anoche algunos puntos de audiencia más.
