A veces incluso los formatos de pasta se prestan a equívocos. La Molisana ha comercializado las ”Abissine” (“de seguro sabor littorio” así las describe) que no son más que las clásicas “conchas” y las ”Tripolinas” (“el nombre evoca lugares lejanos, exóticos y tiene un sabor colonial”). No estamos en los años 30, pero la campaña publicitaria parece llevar un período histórico no muy feliz para Italia.
Rosella Ferro, responsable de marketing de La Molisana, desmiente “la intención celebrativa”. Son sólo, explica, “formatos históricos, nacidos en los años 30. De hecho, acabamos de cambiar las fichas descriptivas de los productos. Estamos muy atentos a la sensibilidad de la opinión pública y en este caso el único error ha sido no volver a comprobar todas las fichas confiadas a la agencia de comunicación”.
Claro, todavía hay en circulación formatos como ”Mafaldinas”, que se inspiran en el pelo ondulado de Mafalda de Savoia, o ”Paternoster” (se llamaban así porque para cocinarse bastaba el tiempo de tres oraciones). Pero esto parece más el descuido de una agencia de comunicaciones a la que se ha dirigido La Molisana, empresa seria y líder en el sector, que otra cosa.