Corrupción y blanqueo de dinero. La investigación de la policía belga está minando la credibilidad de las instituciones europeas. Un país del Golfo, Qatar, según los periódicos de Bruselas, habría influido en las decisiones del Parlamento Europeo “pagando grandes sumas de dinero o ofreciendo regalos significativos a terceros que ocupan una posición política y estratégica significativa dentro”.
Algunos diputados habrían sido sobornados para defender la legitimidad de la elección del país como sede de los Mundiales tratando de minimizar las acusaciones de violación de los derechos humanos y de los derechos de los trabajadores. El Grupo de los Socialistas y Demócratas y el Partido Popular Europeo han sido registrados. Cuatro personas detenidas y oídas, entre ellas el ex eurodiputado del PD y del Artículo 1, Antonio Panzeri, el sindicalista Luca Visentini, número uno del ITUC, la confederación sindical mundial, Francesco Giorgi, antiguo asistente parlamentario de Panzeri, y Niccolò Figà-Talamanca, secretario general de una ONG.
También participó la vicepresidenta del Parlamento, Eva Kaili, compañera de Giorgi. Un comunicado de la policía belga habla de “600000 euros en efectivo, confiscados equipos informáticos y teléfonos móviles” (medio millón de euros en efectivo se encontraría en la vivienda de Panzeri). Orden de detención europea también para Maria Colleoni y Silvia Panzeri, esposa e hija del eurodiputado italiano, acusadas de complicidad.