Era la última capital europea en ser fuera de la lista. Mil doscientos sitios únicos y elegidos en todo el mundo, pero aquí nada. Un olvido al que se ha hecho justicia: Madrid con el parque del Retiro y el paseo del Prado es uno de los sitios del Patrimonio mundial Unesco, al igual que, por citar a los más cercanos, Alcalá de Henares, el Monasterio de El Escorial o el casco histórico de Aranjuez. La reunión decisiva se celebró en China, en Fuzhou (cada año se evalúan en el congreso 25 candidaturas de puestos meritorios en todo el mundo).
El conjunto urbanístico madrileño fue identificado, para convertirse precisamente en Patrimonio de la Humanidad, hace siete años cuando la alcaldesa de la capital española anunció la candidatura. También ha sido un camino tortuoso porque el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, llamado en causa recientemente, había dado una opinión desfavorable al eje urbanístico Prado-Retiro, sobre todo por el smog presente en la zona central de la ciudad. Y en cambio ha llegado el prestigioso reconocimiento que lleva a 49 los sitios tutelados por la Unesco en España, tercer país después de Italia (57) y China (56).