Es un equipo que está haciendo muy bien en Premiership el adversario del Sevilla en los octavos de la Europa League: el West Ham de David Moyes. La formación londinense tiene jugadores importantes como el faro del mediocampo de la selección Declan Rice (en la foto), el defensor Ben Johnson, el portero Fabianski. Sexto en Premiership con 42 puntos, era uno de los adversarios más temidos en el sorteo: se jugará el 10 de marzo en el Sánchez Pizjuan y vuelta siete días después en el Olympic Stadium de Londres.
Demasiado sufrimiento ayer en el partido de vuelta con el Dínamo, pero era normal. Quien ha subestimado el viaje ha hecho mal: los estadios de la antigua Yugoslavia son siempre muy calientes (demasiado, los aficionados exageran a menudo) y los cespedes poco cuidados. Además, la historia que se repite este año es siempre la misma. Se recupera a un jugador y se lesiona a otro: sólo un club maduro como el Sevilla lo puede gestionar magníficamente.
Las preocupaciones sobre el derby son reales, con las ausencias de Koundè y Diego Carlos (la lesión de ayer podría obligarlo a saltarse el partido, como Rekik). Se sufre, pero esta es la regla por la que quiere ganar. Pero ¿por qué, el Real Madrid no sufre? Siempre tiene resultados reducidos y hasta ahora le ha ido todo bien. Sin embargo, Sevilla está ahí, dispuesta a decir suya para la victoria final.
