Los supermercados podrán limitar la compra de productos. El Gobierno ha intervenido con un decreto ley para frenar lo que en la actualidad, vistas las consecuencias de la guerra entre Rusia y Ucrania y la larga huelga de los transportistas, es solo una psicosis, pero podría crear problemas aún mayores en el futuro con el suministro de los productos. Si existen “causas de fuerza mayor” los supermercados, que en estos días faltaban por ejemplo de productos frescos como verduras y leche, pueden decidir el racionamiento.
Hasta ahora no se permitía, de conformidad con la Ley de comercio, que el vendedor no podía limitar “el número de artículos que podía adquirir cada comprador ni fijar precios más altos”. El cambio de paso gubernamental es “en casos excepcionales” y “tales medidas deben justificarse y se adoptarán de manera proporcionada cuando sea necesario para evitar deficiencias y garantizar el acceso de los consumidores a condiciones justas”.
