“Cada vez que estoy en España, voy por ahí con un cuaderno. Y escribo todas las palabras nuevas, o con nuevas acepciones, que encuentro en la calle”. Lo dijo Fernando Aramburu, escritor vasco que ahora vive en Alemania famoso en todo el mundo por su obra maestra “Patria”, la historia de un conflicto entre dos familias en la época de los daños y los abusos del separatismo y Eta. Pues bien, Aramburu, entre otras cosas, y si Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno, gana su batalla, primero tendrá que cambiar el nombre del título de su libro. Ya no “Patria”, sino “Matria”.
“La Matria es algo que cuida, que trata por igual a todas las partes, que no discrimina a nadie”, destacó la actual ministra de Trabajo y Economía Social; cosa bien distinta de “Patria” que “tiene una carga pesada”. No sabemos objetivamente cómo se despertian las mujeres y los hombres que gobiernan este país. Pero sabemos que el intento, según sus promotores, de crear “una España plural” (así lo llaman) hace reír a medio mundo. En efecto, la cuestión no es seria o al menos no parece tal. ¿No se dice “madre patria” desde siempre?
Cabe señalar lo que ha dicho sobre la cuestión Juan Carlos Monedero, cofundador de Podemos: “Llevamos mucho tiempo recordando que necesitamos una matriz. La patria (de “patrimonio”, los bienes vinculados al pater familias) reclama la virilidad del patriarcado. La patria te lleva a la guerra, te hace desfilar. La matria te cuida y responsabiliza. Yolanda Díaz acierta”. Monedero, lo recordamos a nuestros lectores, es el que hace unos días, según el periodico “Ok Diario”, se puso una camiseta de Lenin diciendo que el dictador comunista “acertó en algunas cosas”. ¿Qué más hay que añadir a este asunto tan estratégico para la España actual?