“El turismo de las raíces es una gran oportunidad para fortalecer las relaciones con nuestras comunidades en el extranjero y para dar a conocer los pequeños pueblos y las comunidades rurales italianas que a menudo no son valorizadas por el turismo de masas, creando nuevos puentes de diálogo y promoviendo una imagen de Italia en el extranjero más contemporánea y completa. El turismo de proximidad es una prioridad del Ministerio, ya que representa un valioso motor de crecimiento y desarrollo para nuestros territorios”. Así el Ministro de Asuntos Exteriores y de la Cooperación Internacional, Antonio Tajani, con ocasión del congreso-estudio “La diáspora como regreso a casa” en Villa d’Este de Cernobbio.
Con un impacto potencial de 65.000 millones de euros en gastos directos y hasta 141.000 millones de euros si se consideran todos los factores, el turismo de las raíces es un motor económico que debe explotarse.
“El turismo de la diáspora – ha subrayado Mariangela Zappia, embajadora de Italia en los Estados Unidos de América – es una experiencia personal y familiar mucho más articulada y profunda que la de los viajeros extranjeros que no tienen vínculos con Italia. Los migrantes de segunda y tercera generación están motivados por el deseo de redescubrir, a través de las raíces italianas de su familia, una parte de su identidad, y apropiarse de un sentido de italianidad del que están orgullosos, junto con el sentimiento de pertenencia a la comunidad del propio país, como vemos cada día en la extraordinaria comunidad de los ítalo-americanos”.
El turismo de las raíces representa alrededor del 15% de la asistencia turística total en Italia. El gobierno italiano ha declarado el 2024 “Año de las raíces italianas en el mundo”. Una oportunidad para todos, pero sobre todo para los pequeños pueblos que podrían atraer así inversiones directas en su territorio. Pero necesitamos archivos genealógicos a la altura, una base de datos nacional, marketing y eventos a gran escala, especialmente inversiones en el sector. El reconocimiento de la ciudadanía puede ser un instrumento de apoyo, pero así estructurado, sin un marco claro, sirve para poco.
