¿Hay en Italia comisarías de policía chinas que controlen a sus compatriotas? La denuncia de la ONG española Safeguard, retomada por el diputado de +Europa, Riccardo Magi en un question time parlamentario (“Queremos saber si el Ministerio del Interior ha autorizado alguna vez la apertura de estas estructuras, qué actividades realizan realmente y si se ha abierto una investigación”) ha provocado el alboroto.
El ministro del Interior, Matteo Piantedosi, aclaró en el aula: “El caso no tiene ninguna relación con los acuerdos de cooperación policial internacional entre Italia y China” cuyos “pactos”, como consecuencia de la pandemia, “están actualmente inactivos”. La policía italiana, confirmó Piantedosi, descubrió una asociación china que ayudaba a realizar trámites administrativos, pero sobre la existencia de centros para el control de opositores políticos no hubo una respuesta real.
“No hay autorización para las actividades de los centros en cuestión”, dijo el ministro: sobre la ilegalidad de estos centros, ha subrayado de su parte Maggi, “es necesario hacer públicos todos los acuerdos que se han celebrado en los últimos años con la República Popular China”.
