Por cada episodio dramático hay una curiosidad morbosa, indefinible por más intensa que sea. Allí donde hay tragedias están los ojos de los espectadores, pero, como en este caso, también de los potenciales turistas. Sorprende cómo “Visit Ukraine”, la plataforma de ventas de viajes más fuerte del país, invita a “ver hermosas ciudades… y cómo las poblaciones se están recuperando de los horrores”.
En resumen, hay un turismo también para Bucha, para Muriupol, para las ciudades mártires ucranianas después de la invasión, hace cinco meses, de Rusia. Explican a “Vist Ukraine” que todo está dictado por una curiosidad que han visto en los contactos, más de un millón y 300 mil al mes buscan destinos en el país en guerra. Pero para ver que si no el sufrimiento? Y entonces la siempre actractiva Kiev, la bombardeada Odessa, las “ciudades valientes”.
Un turismo que los ucranianos conocen bien, tristemente: en Chernóbil, después del desajuste nuclear, incluso no pudiendo debido a las radiaciones, fueron muchos. Buscando quién sabe qué escalofríos. Nos sabemos que “Visit Ukraine” intenta llevarse a casa algunos contratos y dinero, pero no puede ser lo horrible que algunos buscan. Porque en el país invadido el olor, todavía, es solo el de la muerte y quién sabe cuánto tiempo más.