Los partidos de pasado mañana en Roma y del 13 en Sevilla servirán para establecer la primera del grupo de Europa League. Los giallorossi se han recuperado después de la victoria en casa del Inter (2-1) pero tendrán que prescindir casi con seguridad del centrocampista ofensivo Pellegrini. En compensación, el equipo de Mourinho colocará al delantero Tammy Abraham.
El Betis, tras su desafortunado viaje a Vigo, que no ha cambiado mucho la extraordinaria clasificación, piensa en el gran golpe en la Ciudad Eterna y se presenta líder del grupo con una puntuación completa, con dos victorias en dos partidos. Un empate podría ser suficiente para los hombres de Pellegrini. También porque en los otros tres viajes de su historia a Italia obtuvo una victoria (2-1 en Milan con goles de Sanabria y Lo Celso , hace cuatro años) y dos derrotas, una siempre contra los rossoneri (1-2, hace 45 años, también marcó Fabio Capello) y en Bolonia (1-4). Nunca un empate.
Que lo de Roma sea un gran partido lo dicen los números y los aficionados: el Olímpico está sold-out.
Y hay un desafío en el desafío: Mourinho y El Ingeniero no se pueden soportar. Comenzó el portugués de manera poco educada en 2011: “Nunca haré como Pellegrini, nunca iré a entrenar a un equipo como el Málaga”. Pero en la raíz del contencioso está el juego. A Pellegrini, que fue sustituido en el Real Madrid por Mourinho, no le gustan los entrenadores que solo piensan en el resultado, categoría a la que quizás pertenece el romanista.
