Acuerdo en las aulas de Bruselas: sobre todo, sobre los 18000 millones de fondos a Ucrania, sobre el impuesto mínimo del 15% para las grandes empresas y sobre un mecanismo de condicionalidad para los fondos destinados a Hungría.
Una decisión quizás acelerada por los hechos de corrupción de los que están hablando los periódicos de todo el mundo y en los que están implicados importantes exponentes europeos, y también para no crear un muro con Budapest. El Comité de Representantes Permanentes de la UE, los Embajadores de la UE, también ha querido un sí incondicional al PNR húngaro y ha decidido que los fondos de cohesión “congelados” para Hungría se reducirán sensiblemente (65%, es decir, 7500 millones).
En resumen, luz verde de Budapest sobre las decisiones de la UE a cambio de lo que le corresponde a Hungría: un cambio de marcha de la UE para confirmar que las cuestiones del Estado de Derecho no eran el núcleo del problema.
Para confirmar que entre los actores de la querella, Europa y el país húngaro, hay poca conexión fue un intercambio de bromas en las redes sociales. El primer ministro húngaro Viktor Orbán tuiteó “Buenos días en el Parlamento Europeo” el día después de la revelación de que los diputados de la UE estaban aceptando sobornos de Qatar, y agregó: “Dicen que el Parlamento Europeo está seriamente preocupado por la corrupción en Hungría” con gente riéndose en el fondo.
Le respondió, con un comentario muy fuerte, el diputado alemán Daniel Freund poniendo una foto del primer ministro con la inscripción: “Cuando se roban miles de millones y se queda impune por más de una década”.
